sábado, 19 de enero de 2013


CANTO PRIMERO
  
Desde que la luna parió su primer rayo
Y desde que las aguas aprendieron a cantar
Bajaron a mí estas palabras nuevas
Y supe lo que debía decir y lo que debía callar

Una mano pequeña se desplaza hacia el cielo
Una voz de pájaro nocturno llena el aire
Unos ojos mamíferos y unas gaviotas
Dejan caer su manto suave en mi cara

Nace así tu imagen llena de pedazos
Hecha de unas largas enredaderas vegetales
Unos contornos de piel fresca
Y unas interminables piernas de nácar

¿Se puede decir con certeza que el amor
Es ese deambular por las tierras de los locos?
¿Acaso se pude asegurar que lo que se ama
Alguna vez nos pertenece?
¿Podemos saber de verdad si cuando un beso
Cae al vacío de la noche, viene alguien a rescatarlo?

Yo, sentado en estas alturas de mago enfermo
Puedo declarar con una voz hecha de mármol
De carne fresca y cabellos ondulados
Que he hecho el milagro más intenso de todos:
he logrado inventar una forma de amarte
Silencioso, escondido en las paredes del patio
A hurtadillas como los condenados
Solo con los ojos como los mudos
Y con el alma hecha un hilo al viento
Como los volantines

Y luego de aprender de este amor
Que es solo mío, y a veces tuyo, pero pocas
Luego de saber el precio de tus tardes
Valorar los momentos robados a tu mundo
Me doy por convencido y por vencido
Y me apropio de lo mío que ya es tuyo
Y me hago dueño de lo tuyo que no es mío