Hoy sobre mi almohada
estaban tus ojos y tu alma
y he vuelto a recordar
que no existe otra belleza más grande
que el despertar contigo.
No puedo negarlo
no puedo ni siquiera decir otra cosa
pues no existe todavía
algo más grande que mirar el día
y descubrirte a mi lado
diciendóme con tu rostro blanco
que no existe magia más dulce
que el despertar contigo.
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